Hola amig@s, creo que ha pasado casi un año, si no uno entero, desde la última vez que me pasé por aquí y publiqué algo 😅 Y es que, estos dos últimos años, la verdad es que han sido un lío constante.
Ahora habiendo dejado una de las etapas más estresantes de mi vida, y ojalá fuese la única, y más relajada, con un heladito en la mano y tomando la sombra bajo el toldo, puedo finalmente ponerme a escribir y contaros la historia de estos dos últimos años, para poder compartiros mis errores y mis truquitos, que nunca están de más para aquellos que ahora empiezan con esta etapa llamada: BACHILLERATO.
Lo cierto es que, para empezar, un consejo: no lo veáis como una pesadilla o lo peor a lo que os vais a enfrentar; no sois Don Quijote y bachillerato no es un gigante. Es cierto que nadie quiere volverse a someter a bachillerato, pero eso no significa que no se pueda hacer.
Esto podría sonaros raro a algunos: «¿Por qué dice esto de que asusta mucho y de no poderlo hacer y blablabla?» Muy fácil: el otro día, una chica que acaba de terminar cuarto ha decidido no hacer bachillerato porque dice que hay mucho que estudiar, que no lo va a aprobar… Claro, es que si entras con esa mentalidad, no consigues ni subir las escaleras hasta tu aula.
En fin, esto lo he querido dejar claro porque es muy importante nuestra actitud y nuestras expectativas. Y así, empieza mi historia:
Mis expectativas:
Cuando empecé bachillerato entré un poco asustada. Estaba en una clase en la que conocía a dos de los más de 25 que éramos (de manera cercana, quiero decir), con unas asignaturas nuevas de las que no había oído hablar en mi vida (de las cuales hablaré ahora un poquito), empiezas a oír hablar que si la EvAU p’arriba, que si la EvAU p’abajo (para aquellos que me leen de fuera de España, es un examen que hacemos al terminar los dos años de bachillerato, cuya nota define nuestra entrada o no en la Universidad, y nos examinamos de todo lo que demos en el último curso de determinadas asignaturas)… Así que iba asustada. Pero yo soy muy, a veces demasiado, exigente conmigo misma. Así que me puse de límite tener una media de sobresaliente; esa era mi expectativa realista… 🙄
Mi modalidad y mis asignaturas:
Yo escogí hacer el Bachillerato de Ciencias y Tecnología, o Bachillerato de Ciencias de Ingeniería. ¿La razón? 1) Dicen que desde este bachillerato normalmente puedes luego estudiar cualquier cosa excepto las carreras de ciencias de la salud y biología, y 2) porque quería estudiar Matemáticas, y con este bachillerato puedes aplicar a ello.
En cuanto a mis asignaturas, eran: Lengua, Matemáticas, Inglés y la alternativa de religión, que en mi caso fueron clases de estudio individual (aka: «haz lo que quieras»). Esas eran las que llevas dando toda tu vida. Las nuevas: Dibujo Técnico, Física y Química, Filosofía y TIC.
Dibujo Técnico: de verdad que antes creía que era hacer líneas y punto. ¡Ay de mí! Ojalá hubiese sido sólo eso… Creo que fue una de las asignaturas que más tuve que estudiar, pero que finalmente más he disfrutado, y que como ya os explicaré, me es muy útil ahora mismo. Esta asignatura, para estudiar matemáticas no pondera, es decir no te sirve de nada, pero yo, muy inteligentemente, no tuve ni idea hasta final de curso, así que bien por mí ☺️🔫 Sin embargo, la profesora fue una de las mejores profesoras que he tenido en mi vida.
Física y Química: eeeeeeh… sin palabras. Esta asignatura fue absolutamente autodidacta, porque para los profesores que tuve, como si no los hubiese tenido. Pero tuve una nota final alta, así que me sentí muy orgullosa por mí. Lo mejor fueron los profesores y sus comentarios: «Julia ha aprovechado a lo largo del curso muy bien las clases».
¿Perdona? En tus clases jugaba al Candy Crush y al Clash Royale, tus clases no han tenido nada que ver con ese nueve que aparece en el boletín… 😒
Filosofía: Madre mía, qué tostón… a mí me encantan las clases prácticas, pero las teóricas… mátame. Así que esta asignatura se me hizo súper cuesta arriba, pero la logré sacar con buena nota 💪🏻 (aunque el profesor me regaló un punto, y le di un abrazo por ello 😌)
TIC: Con deciros que aún no sé que significan siquiera las siglas, creo que lo digo todo 🤷🏼♀️ Iba de programación, y ordenadores, y que hicimos un examen en el que toda la clase sacó un 9 de mínimo, excepto yo, que saqué un 5. No mi mejor asignatura.
En cuanto a las de siempre, nada a resaltar, excepto: Matemáticas. La asignatura que más me importaba (recordemos que mi carrera era Matemáticas… 🤦🏼♀️), y que fue horrible. Tuvimos en el primer trimestre, dos profesoras, en el segundo otras dos, y en el tercero una. Tuvimos que ir acomodándonos a su paso, y fue un lío. Pero salimos adelante.
Cómo me organicé:
A la hora de hacer Bachillerato, la organización es fundamental. Y yo lo hice fatal. Algunos casos fueron por ejemplo: Filosofía. Me la estudiaba el día anterior siempre, y claro, estaba más estresada que el fontanero del Titanic. Hubo un día, que fue el peor y que me arruinó toda la nota de filo, porque comíamos a las 14:00, y tenía el examen a las 15:15. A las 14:30 empecé a estudiar. He de admitir que tengo la suerte de retener mucho, entonces mientras que en todos los otros exámenes sacaba de media un 9, en este saqué un 7. Y eso hizo que la nota de filosofía de todo primero de bachillerato se me quedase en un 8, cuando yo necesitaba el sobresaliente por narices.
Esto es un ejemplo, pero os digo que las otras asignaturas no iban con mucho tiempo de adelanto. Si es cierto que cada persona es como es; yo personalmente no necesito 1 semana para aprenderme un examen, a lo mejor 2 días, pero me confiaba y al final le dedicaba 1 hora, obteniendo resultados por debajo de los que podría haber obtenido 🤦🏼♀️
Yo en clase:
Ahora bien, ¿cómo se debería estar en clase? Pues lo típico: haz preguntas, toma apuntes, no faltes a clase (a no ser que sea absolutamente necesario…). Esto, aunque parezca una tontería, hace que sepas muchas más cosas de lo que crees. Hay algunas asignaturas que solo con el trabajo de clase ya puedes conseguir buena nota. Y no me refiero a la nota de participación en clase. Sino que ir al día, sin tener que dedicar cuatro horas a estudiar cada tarde, puede ayudarte ya a ir bien.
En mi caso, la verdad es que no soy muy buena estudiante en el sentido de: se me da fatal llegar a casa y ponerme a estudiar, y se me da fatal mantener la atención y no desconcentrarme cuando estoy en clase. Luego al final me pongo y saco bien el curso, pero digamos que mis métodos son algo… imprudentes, por decirlo así 😅
En mi colegio utilizamos tablets, ordenadores… esas cosas, en clase. Claro, eso es algo muy emprendedor y está muy bien, pero también están pidiendo a gritos que nos pongamos a jugar 😅 Así que las clases, muchas, las pasábamos jugando, o yo en mi caso, a veces leyendo libros en iBooks, porque total, nadie nota la diferencia entre leerme un documento en PDF de Platón o Harry Potter y el prisionero de Azkaban, a no ser que lo estén leyendo conmigo. Así que ese fue un gran problema para mí.
Y otro problema fueron las faltas: por un lado, marcharme antes, y por otro, no ir a clase. En cuanto a esto último, organizamos un viaje en otoño con unos amigos, y por lo tanto, me fui de viaje. Cuando volví, me tomó alrededor de un mes ponerme al día. Porque por muchos apuntes que te pasen y ejercicios, o un amigo se siente contigo a explicarte, no es lo mismo.
Qué he aprendido de primero de bachillerato:
Entonces, ¿qué lecciones me han enseñado primero de bachillerato?
Bueno, aunque las notas de primero fueron más altas que las de segundo (0,06 puntos más altas, tampoco mucho), definitivamente, aunque en segundo también hice cosas mal (pronto llegará esta historia…), primero fue un desastre.
Me lo tomé mucho más a la ligera de lo que debía. Asistir a clase es muy importante, ni saltarse ni horas ni saltarse días. A ver, pensaréis «obvio». Ya, pero todos decimos eso de: «Puff, hora de estudio. Estudio mejor en casa», o «Buah, inglés es una chorrada. ¿Para qué voy a ir?», o «Esto lo entiendo mejor por mí mismo que escuchando a este/a profesor/a». ¿Sí o sí? Seguro que todos lo hemos dicho alguna vez. Entonces, estas tonterías pueden afectar poco a poco. Y ya no hablemos de aquellos institutos en los que las faltas bajan nota. En mi instituto no, pero en la mayoría sí. Así que cuidadito con eso.
En cuanto a ir al día y lo de estudiar todos los días… Lo dicho, igual que «cada maestrillo tiene su librillo», «cada estudiantillo tiene su metodillo» (lo siento, me he emocionao 😂) Así que cada uno debe ver como le va mejor a él. Pero lo que es seguro es que a nadie le va a ir bien dejándolo para el último día, la última hora; por muy bien que retengas en tu cerebro o mucha memoria fotográfica, así no aprendes nada.
Y, por último, para terminar con primero de bachillerato y mis reflexiones: pongámonos metas realistas a nuestras circunstancias. Si sabes que no eres de más de sacar un seis, no digas: voy a hacer un bachillerato de nueve. Puede que lo consigas, pero no es lo normal.
Esto es todo amigos 😊 Pronto os relataré que fue de mis vivencias al siguiente y último año: segundo de bachillerato. ¡Nos vemos pronto! 👋🏻